martes, 22 de diciembre de 2009

EL PSUV: CRISIS EN EL ZULIA

EL PSUV: CRISIS EN EL ZULIA

El funcionamiento del PSUV es sumamente contradictorio, sobre todo es espacios geográficos como el Zulia. Sí bien debe reconocerse el esfuerzo de organización y movilización adelantado entre 2008 – 2009, no podemos dejar de criticar la inacción en la que se encuentra inmerso el partido de Chávez.
En el Zulia, hay una situación que en otro contexto debería ser aprovechada. La huida de Manuel Rosales se traduce en un sólido golpe a la estructura de liderazgo de la oposición en el estado. Aunque no tenemos duda que la estructura de poder no ha sido desmontada, el hecho de la ausencia de Rosales ha desatado una lucha por el control del aparato entre quienes apoyan a Pablo Pérez y los que apetecen alcanzar espacios de poder.
La salida de Rosales, desató los demonios de las apetencias personales en el PSUV Zulia, las diversas facciones – que aun sobreviven al interior del partido- se encuentran en la disyuntiva de aglutinarse en torno al liderazgo de Omar Prieto, Alcalde de San Francisco o alinearse con Luís Caldera, Alcalde de Mara. A pesar de ello, no puede dejar de advertirse que la desorganización operativa del PSUV es notoria en la ciudad de Maracaibo. La estructura política del partido no ha hecho nada por recuperar espacios electorales en la capital del estado, que es clave para la concreción de cualquier triunfo electoral. Mientras eso ocurre, el Alcalde – encargado- Daniel Ponne se ha lanzado a una feroz presencia en todas las parroquias, adelantando planes de inversión, repartiendo prebendas y beneficios, buscando con ello convertirse en el candidato oficial de UNT, cuando así lo convoque el CNE.
El PSUV, no ha reaccionado ante la gestión de gobierno de Ponne y mucho menos ante lo hecho por Pablo Pérez, quienes silenciosamente incrementan el control político heredado de Manuel Rosales. No obstante, el desenvolvimiento del PSUV en el Zulia, continúa como siempre: epiléptico.
De continuar esa inacción, sometida a la terrible competencia interna, el resultado de cualquier elección será el mismo: la derrota del chavismo. Eso es un indicativo que la labor ideológica ha sido – por decir lo menos- deficiente. Por otra parte, parece que la propuesta de las 3 R – revisión, rectificación y relanzamiento- no ha sido entendida. Pongamos cifras concretas a lo que decimos: veamos el caso del Municipio Maracaibo. La diferencia entre Pablo Pérez y Di Martino fue de casi 120.000 votos (333.955 vs 219.256), con derrotas contundentes en parroquias populares, donde se supone que los programas y la acción del gobierno nacional actúan. En esos espacios, la oposición a Chávez ha incrementado su presencia, disminuyendo la ventaja que tuvo el PSUV en Antonio Borjas Romero y Francisco Eugenio Bustamante, mientras que UNT aumenta su ventaja en parroquias como Chiquinquirá, Cristo de Aranza, Bolívar, Coquivacoa, Cecilio Acosta. Estas cifras nos hablan de inacción en la capital del estado, comportamiento que no tiene ninguna justificación al considerar que el principal líder opositor se encuentra huido y que el gobierno incrementa la actividad económica a través de PDVSA.
La situación es aún más preocupante al analizar otros municipios donde el PSUV ganó espacios. Tal es el caso de Cabimas, donde se recupero la Alcaldía del control ejercido por AD-UNT. Sin embargo, los resultados de diciembre 2008, cuando el candidato del PSUV gano con escasa ventaja puede revertirse sí no se consolida la presencia local, pues sí llegará a producirse la unificación de los partidos de oposición el control del PSUV en Cabimas se perdería. Este caso, es un excelente ejemplo de las dificultades para consolidar una acción de gobierno en el Zulia. Es paradójico analizar como contando con el apoyo económico de PDVSA, no se ha logrado triunfar en el corredor electoral petrolero (Simón Bolívar, Lagunillas). La explicación debe buscarse en la perfecta manipulación cultural que ha venido construyendo la oposición, al apropiarse de la identificación con los valores socio-históricos de la región. Mientras esto sucede, el PSUV sigue en luchas intestinas, sin sentido en cada espacio. Bajo ese escenario, rescatar al Zulia del control de la oposición luce, por decir lo menos, imposible. Habrá que ver sí la dirigencia regional tiene la voluntad de aplicar las 3 R, en mí parecer eso no ocurrirá.

Dr. Juan Eduardo Romero
Historiador
Juane1208@gmail.com
30/09/2009

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