miércoles, 10 de septiembre de 2008

ANÁLISIS CRÍTICO SOBRE EL 2 DE DICIEMBRE

ANÁLISIS CRÍTICO SOBRE EL 2 DE DICIEMBRE

 

            El proceso electoral que vivimos el pasado 2 de diciembre, genera varias reflexiones sobre la realidad socio- política venezolana. En primer lugar, la naturaleza de la campaña electoral fue especialmente dinámica y contradictoria. Se estructuró sobre dos ejes: el miedo y el cambio ideológico. El miedo como estrategia de la oposición fue efectiva, se escogió recurrir a los valores culturales sobre la libertad, la propiedad y la venezolanidad, que fueron antepuestos a los planteamientos ideológicos de construcción del socialismo.

            El cambio ideológico, por su parte, recurrió a la estrategia de la solidaridad y el compromiso social, no obstante esto, el manejo realizado distó mucho de ser efectivo, dejando espacios para que el Bloque del No creara dudas y temores sobre el impacto del proceso de cambio. En este sentido, los que apoyaron el Sí no fueron capaces de crear intersubjetividades eficaces en el convencimiento de la gente y su necesaria movilización para votar.

            En segundo lugar, los resultados numéricamente hablando fueron sorprendentes. Ello es así pues en ningún otro proceso electoral la abstención había afectado a las fuerzas del chavismo. ¿Qué paso para que por primera vez fuera afectado?. La respuesta es múltiple. Hay una primera aproximación, derivada del total de la votación de Chávez, sobre todo sí se hace análisis electoral comparado. El chavismo ha obtenido 3.673.685, 3.757.773, 5.800.629, 7.309.080, 4.379.392 y 4.335.136, respectivamente en las elecciones de 1998, 2000, 2004, 2006 y las opciones A y B en el 2007. Cómo se observa, entre el 2004 y el 2006 se experimentó un crecimiento significativo de la votación que se vio reducido drásticamente en estas elecciones. Creemos que el miedo al cambio institucional propuesto lo explica. Sin embargo, acompañando al miedo se debe señalar dos factores adicionales: 1) la disputa por el liderazgo en el PSUV y 2) las debilidades organizativas. Con respecto al primer factor, la coincidencia o yuxtaposición entre la elección de los voceros y comisionados con la propuesta de Reforma produjo una dispersión de esfuerzos terribles. En relación al segundo factor, el PSUV demostró que la autodisolución de las demás organizaciones políticas que durante 11 procesos electorales habían sido efectivas fue un error; que todavía no ha sido  capaz de articular en lo interno la capacidad de movilización que demostraron en esos eventos electorales.

            Hay, por otra parte, otra explicación sociopolítica del fenómeno de la abstención: el cansancio electoral. La realización de tantos ejercicios electorales puede haber incidido en el resurgimiento de un sentimiento antipolítico, o puede haberse producido una mezcla entre el sentimiento de cansancio y el miedo a los cambios, que en sí es una resistencia ideológica. Eso serviría para explicar por qué el chavismo perdió (pues no se pronunció) 2.973.944 votos entre diciembre de 2006 a diciembre 2007. Ahora bien, del total de votos sacados por el chavismo, se desprende que cuenta con una base dura de votos de más de 4 millones de electores, es decir, ese es el número de comprometidos ideológicamente.

            De esa cifra se desprende, que dentro del PSUV hay cerca de 1 millón de inscritos que están ahí simplemente por anotarse a ganador o en el peor de los casos, por temor a los efectos de una lista Tazcón. La enseñanza, tanto para el chavismo como para quienes se le oponen, es que hay cerca de 3 millones de electores, que son claves al momento de decidir un triunfo electoral, y que hasta ahora se han inclinado por el liderazgo carismático de Chávez, pero que el 2-D demostró sus resistencias o reticencias al cambio drástico.

            En tercer lugar, la institucionalidad democrática venezolana salió fortalecida pues el resultado se traduce en el comienzo del fin de la transición política iniciada en 1998. Ello es así, por que al salir a defender la oposición a Chávez, la Constitución de 1999 se hizo coparticipe del Proyecto de país contenido en ella y que ha sido la base de acción del presidente de la república hasta ahora. Asimismo, los compromete con los mecanismos institucionales de expresión del voto a través del CNE, como órgano rector. Para la oposición, se trata ahora de construir una base propositiva que logre atraer a ese chavismo no radical que se pronunció en el 2006 por el mantenimiento de Chávez en la presidencia, de forma tal que el compromiso de acción política es enorme tanto para las fuerzas políticas que apoyan lo apoyan como para quienes lo adversan.

            Se trata de cómo el chavismo radical - que atemorizó con la propuesta de cambio a los simpatizantes no comprometidos ideológicamente- logra rearticular las preferencias hacia el liderazgo carismático de Chávez o se arriesga  -sí no rectifica o calibra la propuesta de cambio- a que emigre definitivamente esos casi 3 millones de votos hacia una oposición que pueda atraerlos sin radicalismo. Las cartas de la decisión política están echadas para el año 2008, año electoral y clave para responder a estas incógnitas.

 

Dr. Juan Eduardo Romero

historiador/ profesor universitario

juane1208@gmail.com   

            

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